Tortipizza de calabacín, cebolla y gorgonzola
Una forma rápida y fácil de preparar una cena es haciendo esta tortipizza de calabacín, cebolla y gorgonzola que mantiene todo el sabor de una pizza tradicional pero con muchas menos calorías que la pizza al no tener una base de masa.
Prácticamente es como si hacemos una tortilla pero manteniendo el fuego muy bajo, para que los alimentos se fundan y, los que necesiten más tiempo, los hacemos con anterioridad en otro recipiente.
Yo os voy a dejar unas cantidades para una o dos personas, pero vosotros seréis los que añadiréis, según vuestros gustos, el total de ingredientes. Vamos a verla que es muy fácil y está muy rica.
Tortipizza de calabacín, cebolla y gorgonzola
Dificultad: muy baja
Coste: bajo
Ingredientes: (2 personas)
– 2-4 huevos
– 1 calabacín
– 1 cebolla
– 1 trozo de queso gorgonzola
– Tomate frito
– Queso mozzarella
– Orégano
– Aceite de oliva virgen extra
Preparación de la tortipizza de calabacín, cebolla y gorgonzola:
Picamos la cebolla y el calabacín después de pelarlo. En una sartén con un poco de aceite, lo refreímos y dejamos que se pongan blandos. Reservamos.
En otra sartén, ponemos un poco de aceite y echamos los huevos batidos con un poco de sal a fuego bajo. Inmediatamente después, echamos un poco de tomate frito por encima, las verduras ya pochadas, el queso gorgonzola a trozos, la mozzarella y el orégano. Una pizca de sal y tapamos con una tapadera.
Dejamos que se haga poco a poco y, cuando veamos que los huevos están ya listos tenemos terminada nuestra tortipizza de calabacín, cebolla y gorgonzola. Es conveniente que lo movamos un poco, para que no se quede pegada.
Le podemos meter una lengua de cocina por abajo si vemos que se pega. Servimos caliente y a comer. Bon appétit!