Tarta de arándanos y frutas rojas sin horno
Hoy vamos a ver cómo preparar una tarta de arándanos y frutas rojas fría. Es una tarta de dos sabores o dos pisos elaborada con queso y que no necesita horno. Como podéis ver se distinguen perfectamente las dos capas de la tarta. La de sabor a arándanos con un color más azulado y la de sabor a frutos rojos, algo más roja y clara.
Yo no he utilizado ningún colorante para que los colores sean más intensos, simplemente el color natural de las frutas, y por eso no es excesivamente intenso, pero si queréis añadirles un colorante alimentario, no hay ningún problema.
La preparación de esta tarta fría de dos sabores es fácil pero nos llevará algo de tiempo, ya que al no utilizar horno y ser de dos colores y sabores, debemos esperar unos tiempos mínimos en la nevera para que cuajen y no se mezclen a la hora de prepararla. He visto en algunos sitios que ponen unos tiempos demasiado cortos, apenas quince minutos y seguramente por la impaciencia no sale en condiciones o se mezclan al añadir por encima el siguiente sabor. La paciencia es la madre de esta tarta de dos sabores sin horno.
Tarta de arándanos y frutas rojas sin horno
Dificultad: Baja-media
Coste: bajo-medio
Ingredientes:
– 1 kilo (2 botes de 500 gramos) de queso fresco batido
– 1 paquete de hojas de gelatina neutra (10 hojas)
– 2 bricks pequeños de nata para cocinar ligera
– 1 paquete de galletas tipo María o Digestive
– 75 gramos de mantequilla
– 300 gramos de azúcar blanca
– 1 paquete de mezcla de frutas rojas congelado
– 1 paquete de arándanos congelado
– 1 bote de mermelada de arándanos
– 1 bote de mermelada de fresas
Preparación de la tarta de arándanos y frutas rojas:
La tarta de queso de dos sabores fría hay que hacerla en tres tiempos, como he comentado antes no es complicada pero si requiere paciencia, así que podemos empezar a prepararla de un día para otro y nos sabrá perfecta. Una de las veces prepararemos la parte de sabor a fresas, luego la de arándanos y por último la cobertura con frutas de la parte superior.
Primero vamos a hacer la base de nuestra tarta. Para ello utilizaremos o bien galletas tipo María, o las galletas tipo Digestive, que son algo más harinosas.
Necesitaremos unos 75 a 100 gramos de galletas que vamos a triturar y mezclar con 75 gramos de mantequilla en estado pomada, es decir, a temperatura ambiente y más bien cremosa. Lógicamente si la temperatura ambiente es muy baja, estará algo más dura, así que podemos dar un pequeño golpe de microondas de unos segundos para que se ponga blanda.
Una vez trituradas las galletas con un mortero o similar (podéis meterlas en una bolsa de plástico y machacar las galletas hasta que estén trituradas y así evitamos llenarlo todo) mezclamos las galletas con la mantequilla muy bien y extendemos la mezcla en el molde de tartas desmontable donde vamosa a preparar la tarta.
Esto es importante, el molde debe ser desmontable! Si no es así no podremos sacar la tarta del molde.
Aplastamos la mezcla de galletas para que quede compacta la base y metemos en el frigorífico al menos una hora.
Mientras, podemos haciendo la primera capa de la tarta.
Para ello echaremos en un recipiente uno de los botes de queso batido y nata. No toda, reservamos la mitad en un vaso.
Agregamos la mitad del azúcar, cinco cucharadas de mermelada de fresas y algunas fresas del paquete de frutas rojas que estarán congeladas. Si queréis, siempre podéis añadir más mermelada de fresas… Trituramos a nuestro gusto, incluso es bueno que dejéis algunos trozos de fruta sin triturar.
Metemos cuatro hojas de gelatina neutra en agua para hidratar y seguimos las instrucciones. Una vez hidratadas, las pasamos al vaso de la nata que teníamos reservada y las llevamos al microondas para calentar unos segundos. Una vez derretida y mezclada la gelatina con la nata la agregamos a la mezcla de queso con las fresas. Mezclamos bien.
Una vez pasada la hora, sacamos el molde del frigorífico y vertemos la primera capa de nuestra tarta. Metemos en el frigorífico y debamos esperar que cuaje al menos cuatro horas. Si lo hacéis antes seguramente cuando vertemos la siguiente capa corremos el riesgo de mezclarlo todo al no estar suficientemente cuajada.
Una vez pasado el tiempo para que esté cuajada la capa de fresas o frutas rojas, hacemos lo mismo que hicimos en el paso anterior pero con los arándanos.
Vertemos por encima la mezcla de queso, nata, azúcar, arándanos y gelatina sobre la anterior con cuidado.
Metemos al frigo y dejamos otras cuatro horas.
Pasado ese tiempo, hacemos la cobertura mezclando en un cazo frutas rojas con arándanos, cuatro cucharadas de azúcar y dos de agua.
Ponemos a fuego bajo medio y agregamos dos hojas de levadura previamente hidratadas.
Pasados de cinco a diez minutos ya tendremos la cobertura y las frutas estarán blandas. Dejamos templar y la distribuimos por encima de la tarta con cuidado. Metemos de nuevo en el frigorífico y dejamos un para de horas más para que esté todo totalmente cuajado.
Una vez está lista, quitamos con cuidado la pared del molde y podemos cortar las porciones a nuestro gusto. Bon appétit!