Sangre con cebolla y patatas
La sangre encebollada, sangre con cebolla o morcilla de lustre encebollada, es una de las recetas gaditanas que más se suelen hacer en otoño e invierno y que es muy típica de la gastronomía andaluza en diferentes regiones.
La sangre encebollada también podemos encontrarla en carnicerías en épocas de calor, pero normalmente es bajo pedido. La sangre puede ser de ternera, de cerdo o pollo.
La forma de preparar la receta de sangre encebollada es la misma para todos los tipos que os he comentado, aunque recomiendo la de cerdo, que es mucho más jugosa y que la sangre de pollo. Si no has probado antes la sangre encebollada, seguro que os gusta!
¿Con qué tipo te gusta preparar la sangre encebollada o con cebolla? ¿Tienes algún ingrediente o receta de la abuela que utilices para preparar la sangre encebollada al estilo andaluz?
Por si te preguntas cómo se puede hacer aparte de la sangre encebollada, la sangre con tomate de toda la vida, puedes visitar el enlace de mi blog.
Sangre encebollada
Dificultad: baja
Coste: bajo
Ingredientes: (4 personas)
– 3/4 kilo de sangre de ternera o cerdo. (morcilla de lustre)
– 1 kilo de cebollas
– 4 dientes de ajo
– 2 hojas de laurel
– Pimienta molida
– Aceite de oliva virgen
– Sal
– Tomate frito (opcional)
– Vino blanco o manzanilla (opcional)
Preparación de la sangre encebollada:
Le quitamos el pellejo que rodea a la morcilla de lustre (sangre), la cortamos a dados y reservamos.
Si vamos a preparar la sangre encebollada al día siguiente de comprarla, lo mejor es conservarla en el frigorífico y siempre metida en agua, para que no se seque y agriete.
Una vez tenemos la sangre cortada a dados, laminamos las cebollas y los dientes de ajo. Los ponemos a pochar con un buen chorro de aceite de oliva virgen en una sartén a fuego medio. Añadimos las hojas de laurel para que vayan soltando sabor.
Cuando esté lista la cebolla, es decir, que ha tomado un poco de color, agregamos la sangre que hemos cortado a dados y teníamos reservada. Salpimentamos y refreímos durante diez minutos aproximadamente.
En este momento podemos poner opcionalmente un chorrito de vino fino o manzanilla y un par de cucharadas soperas de tomate frito, para darle más jugosidad. A mi me gusta añadirle un poco de tomate frito siempre. Pero es cuestión de gustos.
Lo que haremos es ir dando vueltas con mucho cuidado a la sangre para que se haga por igual y con cuidado de no partirla.
Cortamos las patatas y las vamos friendo en una sartén mientras se hace la sangre encebollada. Puedes ver cómo preparar unas fantásticas patatas fritas perfectas en el enlace.
Cuando esté lista la sangre, que veamos que se ha refrito, apartamos y la servimos bien caliente junto con las patatas fritas. Bon appétit!