Salsa bechamel
Receta de salsa bechamel. Como sabréis, la salsa bechamel es tan útil y necesaria en muchos platos de cocina que sin ella no podríamos hacer unas simples croquetas de jamón, por citar solo una.
La receta es más que sencilla, a base de mantequilla, harina y leche junto con un poco de sal y algo muy común que es añadirle un poco de nuez moscada, que le da un aroma y sabor realmente ricos.
No os preocupéis de si os salen grumos, hay muchas personas que la hacen a mano y por un motivo u otro le salen grumos, algo que tendremos que evitar siempre y que, con una batidora arreglamos de inmediato. Os aconsejo que hagáis la salsa bechamel más líquida o espesa en función del plato que vayamos a preparar. ¿Vamos a ello?
Salsa bechamel casera
Dificultad: baja-media
Coste: bajo
Ingredientes:
– 1 litro de leche entera (se puede usar de otro tipo según gustos)
– 75 gramos de harina
– Sal
– Pimienta molida
– 75 gramos de mantequilla
– Nuez moscada
– Aceite de girasol o de oliva virgen
Preparación de la salsa bechamel:
Para hacer la bechamel, añadimos una cucharada sopera de aceite y la mantequilla a la olla o la sartén. Movemos hasta que se derrita la mantequilla y añadimos la harina. Ligamos bien para que se mezcle y no nos salgan grumos con ayuda de unas varillas o una cuchara de madera.
Este paso es importante, recordad que la harina tiene que tostarse un poco y no quedar cruda.
Si eso pasa no está igual de buena la bechamel. Por cierto, el grado de espesor se lo daremos luego añadiendo más o menos leche y dejando más o menos tiempo que hierva y se consuma líquido.
Depende si vamos a hacer la bechamel para una cobertura, como unos canelones de gambas o lasaña de carne, o si vamos a preparar unas croquetas de jamón y queso lo haremos de otra forma y será más espesa. Seguimos…
Añadimos un poco de leche templada o caliente, removemos hasta que empiece a formarse una pasta.
Seguiremos agregando leche sin dejar de remover hasta que quede una pasta líquida. Añadimos la sal, la pimienta y la nuez moscada rallada. La probaremos para no pasarnos de sal y ponerla a nuestro gusto.
Nunca dejamos de remover para que no salgan grumos de la harina.
Rectificamos de sal. Cuando esté la salsa espesa, la apartamos y dejamos reposar, si es para una lasaña, por ejemplo, la echamos directamente encima sin que repose. Bon appétit!
Si vemos que la bechamel se nos queda con grumos, no pasa nada. Le pasamos la batidora y la dejamos muy fina. También tenemos que saber que si queremos la bechamel bastante líquida pondremos 50 gramos de mantequilla y 50 de harina. Si la queremos más espesa o para croquetas 100 gramos de harina y 100 de mantequilla.
Disculpa, ¿puedo usar leche de almendras en vez de leche entera de vaca?
Claro que sí. Además no tiene colesterol ni lactosa. Ese tipo de leche es la que se utilizaba en la edad media para muchos platos en cuaresma. Si haces la salsa bechamel con la leche de almendras, me cuentas qué tal te ha salido. Yo nunca la he utilizado.
Muchas gracias 🙂
Claro que sí, cuando la haga, te cuento.