Prueba el delicioso pollo a la miel y mostaza: receta fácil y económica.

El pollo a la miel y mostaza es una receta sencilla y asequible que deleitará tu paladar con su distintivo sabor agridulce. Esta combinación de sabores es apreciada por amantes de la gastronomía y ofrece una experiencia culinaria única.

El sabor suave y placentero de esta receta es tan cautivador que, incluso si no eres un entusiasta de platos agridulces, te garantizamos que repetirás. ¿A qué estás esperando para probarlo? Preparar este pollo es rápido y fácil, y una vez que lo degustes, se convertirá en uno de tus platos preferidos. Anímate a disfrutar de esta maravillosa receta y deleita a tus sentidos con el inconfundible sabor del pollo a la miel y mostaza.

La combinación del sabor de la miel y la mostaza es un equilibrio perfecto entre dulzura y un toque picante. La miel aporta una dulzura natural y suaviza la intensidad de la mostaza, mientras que la mostaza agrega un sabor audaz y ligeramente picante. Esta sinergia de sabores crea una experiencia gustativa única y versátil que se utiliza en diversas cocinas alrededor del mundo.

Se aprecia en platos agridulces, aderezos para ensaladas, salsas para carnes y condimentos para sandwiches. La mezcla de miel y mostaza se adapta a distintos gustos y es una deliciosa adición a la gastronomía, satisfaciendo tanto a paladares aventureros como a los más tradicionales.

 

Pollo a la miel y mostaza

Dificultad: baja
Coste: bajo-medio

Ingredientes: (4 personas)

– 1 pollo entero cortado a trozos
– 2 cebollas
– 1 pimiento rojo
– 1 bote de mostaza antigua
– Mostaza en grano
– Miel de buena calidad
– 2 cucharadas de azúcar moreno
– Pimienta negra molida
– Sal
– Aceite de oliva virgen extra

 

Preparación del pollo:

Maceramos el pollo cortado a trozos, no muy grandes, en una fuente con dos cucharadas y media soperas de mostaza en grano. Añadimos también tres cucharadas pequeñas de mostaza antigua y tres cucharadas soperas de miel.

Un poco de pimienta molida al gusto y sal. Dejamos que el pollo macere y tome el sabor durante al menos una hora. Mucho mejor si lo dejamos más tiempo.

En una olla grande sin mucho fondo, echamos las cebollas cortadas a media juliana, el pimiento rojo a tiras y caramelizar con el azúcar moreno.

 

 

Cuando está listo, sacamos el contenido de la olla y lo echamos en un recipiente. Reservamos.

Ahora añadimos el pollo macerado con la miel y mostaza junto con todos los jugos a la olla anterior. Freímos el pollo para sellarlo y que el exterior quede dorado.

Una vez lo tenemos sellado, es decir, un poco doradito por fuera, añadimos la cebollas y los pimientos del recipiente donde lo teníamos apartado.

Añadimos un cuarto de vaso de agua y dejamos cinco minutos para que el pollo se termine de hacer por dentro. Servimos con unas patatas fritas. Bon appétit!