Patatas hasselback
¿Quieres saber la auténtica receta de patatas Hasselback? Las patatas Hasselback reciben su nombre del hotel en Suecia donde se prepararon por primera vez.
Hay muchas variantes sobre las patatas Hasselback o Hasselbackpotatis pero esta es una de las que más cercanas están a la original. Las patatas Hasselback sirven para acompañar platos de carne o pescado, están muy tiernas y tienen un sabor riquísimo gracias a la salsa que le aplicamos para gratinar. Es una receta muy fácil y que no tiene complicación alguna.
Como siempre, las recetas sencillas son a veces las más buenas y sabrosas. Ya sabes, anímate y deja tus comentarios sobre estas patatas Hasselback caseras. Te leemos!
Patatas Hasselback
Dificultad: muy fácil
Coste: barato
Ingredientes: (por persona)
– 2 patatas medianas del mismo tamaño
– 1/2 diente de ajo
– 1 trozo pequeño de guindilla o cayena
– Orégano
– Sal
– Mantequilla
– Aceite de oliva virgen extra
Preparación de las patatas:
Elegimos unas patatas del mismo tamaño aproximadamente y medianas. De esta forma se hacen todas a la vez y no queda ninguna cruda por dentro.
Las lavamos y las cepillamos para eliminar cualquier resto de tierra. Las secamos y las cortamos de la siguiente manera; le hacemos una base a la patatas, sin pelar, para que se peguen a la tabla y tengan base. Luego ponemos dos palillos chinos a cada lado de la patata.
De esta forma no terminaremos de hacer el corte a la patata totalmente ya que el cuchillo se frena con los palillos. Hay más formas pero creo que esta es la más práctica.
Le hacemos cortes dejando de dos a cuatro milímetros a toda la patata, a lo ancho, no a lo largo. Podéis ver las fotos.
Cuando las tenemos todas, las llevamos al horno durante unos 35-45 minutos. Sin que se quemen a una temperatura de unos 160 grados. Dejamos que se hagan.
Las patatas Hasselback también puedes encontrarlas como Hasselbackpotatis y si quieres probar una versión diferente atrévete con estas patatas Hasselback con cebolla y puerros confitados!
Mientras, hacemos la mezcla que le pondremos por encima. En un mortero machacamos el ajo, junto con la sal, el orégano al gusto y la cayena al gusto.
Cuando está bien majado, agregamos una cucharada de aceite de oliva y mezclamos. A continuación, añadimos otra cucharada de mantequilla blanda y ligamos bien hasta formar una pasta.
Cuando las patatas están listas, untamos con cuidado la pasta por encima con ayuda de una brocha e intentamos que entre la pasta por toda la patata. Las llevamos de nuevo al horno y gratinamos. Servimos a continuación. Bon appétit!
Si las hacemos con la piel, lo mejor es consumirlas acabadas de salir del horno, ya que si se enfrían, puede ponerse la piel algo dura y no es lo mismo. Si optamos por hacerlas sin piel, podemos pelarla con un pelador de patatas y luego cortarlas.
Podemos rellenar con pequeñas porciones de jamón, bacon y queso entre cada lámina de la patata. Eso les otorga un sabor diferente y las hace más nutritivas.
Gracias por pasarte por aquí, helen, será un placer pasarme por tu blog!
Qué pinta tienen estas patatas, infográfico! Mira por dónde, esta noche tengo invitados en casa a cenar y puede que las haga, aunque comeremos comida mejicana… Pero bueno, no creo que si haga dos o tres, no vendrá nada mal, porque como parece ser que son un poquito picantitas con la cayena… Besotes
Muchas gracias por pasarte y ya me contarás si os gustaron. Un saludo!