Mermelada de tomates, una mermelada sana y natural perfecta para tus desayunos
La mermelada casera de tomates se caracteriza por ser un producto natural, que podemos hacer muy fácilmente y luego meterla en botes de conserva para su posterior utilización. Cuando la probamos tiene el sabor del tomate y un toque dulce que podemos variar a nuestro gusto añadiendo o eliminando algo de azúcar a la preparación.
Podemos incluso añadir a la mermelada de tomate toques de limón o del cítrico que más nos guste, añadiendo un poco de zumo al hacer la mermelada. El color será más o menos rojo intenso dependiendo siempre del tipo de tomate y de lo maduro que estén en el momento que vayamos a hacerla.
En el sabor lo que más influirá será la calidad de los tomates. Ya se sabe, como los tomates de huerta, ninguno. ¿Te gusta hacer mermeladas caseras? Deja tus comentarios, te leemos!
Mermelada de tomates
Dificultad: baja
Coste: bajo
Ingredientes:
– 2 kilos de tomates maduros
– 3/4 de kilo de azúcar
– 1 limón
– Una pizca de sal
– 4 cucharadas de aceite de oliva
– Botes para la conserva
Preparación de la mermelada de tomates:
Pelamos los tomates y les quitamos las pipas. Los mejores tomates suelen ser los maduros y carnosos. Podemos escaldarlos y así es mucho más fácil el pelarlos.
Ponemos una olla y echamos el aceite y los tomates cortados a tacos junto con medio vaso de agua. Lo dejamos a fuego bajo-medio y le agregamos el azúcar, el zumo de medio limón y una pizca de sal. Lo dejaremos durante 45 a 60 minutos removiendo de vez en cuando para que no se peguen.
Cuando adquiera una consistencia pastosa, (luego al enfriarse se pone menos líquida), lo apartamos e introducimos la mermelada de tomates en botes para conservar.
Si queremos podemos opcionalmente pasarlos por un colador para que quede más fina y no se nos cuele ninguna semilla. Una vez que los pasamos a los tarros, la mermelada tiene que llegar al borde de los botes a ser posible.
Cerramos y esterilizamos los botes de cristal en agua caliente durante un mínimo de 15-20 minutos. Los sacamos y los ponemos boca abajo.
Dejamos enfriar y los dejamos así, al menos durante toda la noche antes de guardarlos. Bon appétit!
Si no queremos añadirle azúcar o no podemos tomarlo, siempre podremos utilizar sacarina líquida e ir probando el dulzor hasta que encontremos el que más nos guste.
Que buena pinta y que rica debe estar esta mermelada de tomate, me quedo por tu blog,tienes muy buenas recetas, te dejo un regalo que tienes que venir a recoger a mi blog, cuina la peladilla, enhorabuena, un beso.
Qué rica y facil. Nos ha encntado tu blog!
Hola a todas, muchas gracias por pasaros por aquí y me hace mucha ilusión que os gusten tanto las recetas, sobre todo esta, la mermelada de tomates. Es una delicia y está genial con un poco de queso de untar para comerla por las mañanas. Besos!