Menudo gaditano con garbanzos o callos con garbanzos, un plato con un sabor potente y que te va a encantar
¿Quieres hacer callos con garbanzos? Hace tiempo preparé los callos de ternera con garbanzos y ahora, os dejo la preparación del menudo gaditano con garbanzos, que es así como llamamos a este plato en Cádiz. Esta vez los callos son de cerdo y no de ternera. Son muy similares, pero los callos de cerdo tienen un poco más de grasa que los de ternera y por eso son un poco más blandos y gelatinosos. Quizás están un poco menos valorados.
Yo os aseguro que están realmente deliciosos y no me importa para nada, comerme un plato de uno u otro indistintamente. Este tipo de platos son grandes conocidos y clásicos de la gastronomía española y hay muchas formas de prepararlos.
Os he comentado antes que era menudo con garbanzos, y así, o callos con garbanzos es como popularmente se llama este plato en nuestra gastronomía. Esta receta no lleva los callos crudos o comprados directamente, pero la próxima vez que escriba sobre menudo, intentaré explicar cómo limpiar los callos o tripas para cocinarlos correctamente.
Así, si os animáis, los podéis comprar en la plaza y hacer unos callos totalmente caseros.
Menudo gaditano con garbanzos
Dificultad: baja-media
Coste: bajo-medio
Ingredientes: (4-6 personas)
– 350 gr de garbanzos
– 1 envase de callos de cerdo de 500 gramos
– 1 cebolla
– 1 tomate maduro
– 1 pimiento rojo
– 6 dientes de ajo
– 2 chorizos
– 1 morcilla
– Pimentón dulce
– Cominos
– 1 hoja de laurel
– Pimienta en grano
– 1 guindilla cayenas
– Aceite de oliva
– Sal
Preparación del menudo a la gaditana:
Para empezar a preparar nuestro menudo gaditano o callos con garbanzos, lo primero que vamos a necesitar, es tener los garbanzos preparados y listos el día que vayamos a cocinar. Por eso, echamos a remojo los garbanzos la noche anterior a la preparación en agua con sal. Los dejaremos toda la noche.
El día de la preparación del menudo, ponemos en una olla el contenido de la lata de callos junto a los garbanzos y cubrimos con agua. Llevamos a ebullición a fuego medio sin tapar.
Mientras el agua empieza a hervir, hacemos un refrito. En una sartén ponemos un fondo de aceite y echamos la rebanada de pan duro, lo freímos y cuando está frito, lo pasamos al mortero. A continuación echamos en el aceite los ajos cortados en tres o cuatro partes cada uno, no hace falta laminar.
Freímos y cuando estén tomando un color dorado, retiramos la sartén del fuego y añadimos los ajos al mortero. Añadimos una cucharada de pimentón, unos granos de pimienta negra, una guindilla cayena, (depende de lo picante que queramos los callos) y una cucharadita de cominos, Majamos bien el conjunto.
En la misma sartén que antes hemos utilizado, echamos la cebolla picada, un trozo de pimiento rojo picado y el tomate pelado y cortado a dados. Hacemos un sofrito y, cuando está todo blando, le incorporamos el majado. Mezclamos bien un par de minutos y apartamos.
Una vez listo el refrito, lo agregamos a la olla con los callos y los garbanzos, que ya deben de estar hirviendo, si no lo están, no pasa nada, lo añadimos igualmente. Añadimos por último la hoja de laurel, el chorizo y la morcilla. Cerramos la olla y la dejamos 25-30 minutos.
Pasado ese tiempo, abrimos la olla y dejamos reducir el caldo, si es necesario. Si vemos que tiene poco caldo, le añadimos un poco, pero siempre, caliente. Recordad que si le agregamos fría, los garbanzos se pondrán duros. Comprobamos de sal y dejamos reposar, al menos, diez minutos antes de servir. Bon appétit!
Podemos añadir al majado unas bayas de cilantro, así le daremos un toque diferente y fresco. También podemos añadir unas manitas de cerdo o un trozo de carne magra. Haremos aún más contundente y rico nuestro plato de menudo. Se van a chupar los dedos. 😉