Mejillones al vapor, cuando los pruebes no pararas de comer

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Mejillones al vapor

 

¿Te apetece comer unos mejillones al vapor? Os enseño a preparar unos riquísimos mejillones al vapor al estilo gallego. La  preparación de los mejillones es de lo más fácil y el resultado, unos de los platos más sabrosos y ricos que podemos comer de marisco.

Una receta de lo más simple y excepcionalmente buena al estilo gallego. Por supuesto aquí prima la calidad del marisco, y si son mejillones grandes procedentes de las Rías Baixas, mucho mejor. Yo tuve la suerte de comer mejillones en O Grove y conocer las bateas donde se crían y miman los mejillones y es increíble.

Os lo recomiendo si vais a visitar Galicia. Así que ya sabéis, animaros y preparad estos ricos mejillones al vapor que os van a encantar.

 

Mejillones al vapor

Dificultad: muy fácil
Coste: barato

Ingredientes:

– 1 kilo de mejillones frescos y grandes
– 1 limón
– 2 hojas de laurel
– Perejil fresco (opcional)
– Una pizca Sal

 

Preparación de los mejillones al vapor:

Limpiamos muy bien los mejillones bajo agua fría. Los raspamos para quitarles todas las conchas que tengan pegadas y les quitamos las barbas con la ayuda de un cuchillo pequeño o una puntilla. Desechamos los que están abiertos ya que estarán malos.

En una olla grande, ponemos (opcional) menos de un dedo de agua y las dos hojas de laurel. Si no queremos, simplemente ponemos los mejillones con el laurel, ya que ellos mismo se abren y tienen agua de mar por dentro. Se harán en su propio jugo. Tapamos con una tapadera.

El fuego tiene que estar muy bajo. Para que se vayan abriendo poco a poco. Cuando están todos abiertos, subimos el fuego y los dejamos dos o tres minutos.

Quitamos del fuego y reservamos para que se templen. Si los dejamos más tiempo los mejillones pueden ponerse duros y pierden textura y jugosidad.

Les quitamos una mitad de la concha y nos quedamos con la parte donde está el mejillón. Ponemos un plato con un poco de lechuga y presentamos los mejillones al vapor con perejil picado y limón por encima. También se pueden comer tal y como salen de la olla. Una gozada. Bon appétit!

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