Empanada de ortigas, queso de cabra y huevo

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Empanada de ortigas, queso de cabra y huevo

 

¿Has comido alguna vez empanada de ortigas? Estoy seguro que esta empanada de ortigas no os va a dejar indiferentes. Quizás los platos de cocina son algo desconocidos para muchos, pero hay gente que conoce los beneficios de las ortigas y llevan haciendo recetas y licores con esta planta hace muchísimo tiempo.

Hoy he preparado una empanada de ortigas, queso de cabra y huevo. Os puedo asegurar que está muy rica y que posiblemente os animéis a utilizarla más a menudo en otoño e invierno. Tienen un sabor parecido a las espinacas, así que no asustaros. Además podéis combinarlas con otros tipos de queso, jamón, bacon.

Las ortigas han de recolectarse de lugares limpios, como campos propios, poco transitados, o donde no hay mucha contaminación o animales que puedan dejar residuos.

Una vez tenemos la materia prima, podemos empezar a preparar nuestra empanada. La forma de recolectar es sencilla. Con unos guantes, para que no nos produzca urticaria, iremos cortando las ortigas cuando son aún jóvenes y pequeñas.

No valen todas, ni las grandes, ni las que ya estén a punto de florecer o con semillas. Tienen que ser pequeñas y tiernas. Las cortamos por la parte superior, desechando el tallo bajo.  Las metemos en una bolsa y listas para trabajar con ellas. Si os animáis y queréis ver otra receta con ortigas y muy típica de Europa del este, podéis leer cómo hacer un guiso de ortigas.

 

Empanada de ortigas, queso de cabra y huevo

Dificultad: baja
Coste: bajo

Ingredientes:

– 250 gramos de ortigas frescas y limpias
– 2 huevos frescos
– 150 gramos de jamón cocido
– 1 paquete de queso de cabra en rulo
– 300 gramos de harina de trigo
– 1 cucharadita de levadura química
– Sal
– Pimienta molida
– Aceite de oliva virgen extra

 

Preparación de la empanada de ortigas, queso de cabra y huevo:

Lo primero que hacemos es llenar un recipiente y limpiar bien con abundante agua las ortigas. Si hace falta, tiramos el agua dos o tres veces, para asegurarnos que están limpias. Eliminamos los posibles tallos que se nos han pasado.

Debamos quedarnos con las partes superiores y más blandas. Para ello tenemos que ponernos guantes. Los de fregar son perfectos y nos nos pinchamos al manipularlas. Una vez están limpias y escurridas, las ponemos en una olla con agua, hasta cubrir y sal y llevamos a ebullición.

Pasados cinco minutos hirviendo, apartamos y colamos. Reservamos.

Ponemos a cocer los huevos en un recipiente aparte. Una vez listos, apartamos, enfriamos y pelamos. Reservamos.

Ponemos una sartén con un buen chorro de aceite de oliva a fuego medio y añadimos tres dientes de ajo laminados. Cuando empiezan a tomar color, añadimos las ortigas escurridas. Damos vueltas y dejamos refreír unos minutos. Añadimos un poco de sal, pimienta y el jamón cocido a dados o a pequeñas láminas. Si vamos a añadir panceta, bacon, jamón u otra cosa, ahora es el momento.

Pasados unos minutos, agregamos un par de cucharadas de harina, mezclamos y dejamos que se haga unos minutos. Agregamos medio vaso de leche y mezclamos hasta formar una especie de crema. Apartamos y reservamos.

 

Sofreír las ortigas

 

Hacer la crema de ortigas

 

Preparamos ahora la masa de la empanada con la harina sobrante, que mezclaremos con una cucharadita de levadura química, otra de aceite de oliva y un poco de sal.

Amasamos hasta obtener una masa homogénea y dividimos en dos. Estiramos con un rodillo las dos partes para luego hacer la empanada. Intentad que sea la masa bastante fina. De esa forma, se hará mucho mejor y más rápido.

La parte baja la ponemos sobre papel de horno y rellenamos con la crema de ortigas, encima ponemos los huevos picados y queso de cabra al gusto.

 

Hacemos la masa de empanada

 

Rellenamos la empanada

 

Cerramos la empanada por los bordes, con ayuda de un tenedor, que iremos aplastando para que queden sellados. Hacemos unos cortes transversales por encima de la empanada con un cuchillo.

 

Dejar enfriar la empanada terminada

 

Ponemos el horno a 180 grados y una vez, ha alcanzado la temperatura, metemos la empanada. Si queréis, podéis pintar con huevo por encima. Yo no lo lo hice. Dejamos que se haga durante 25-35 minutos. Esto dependerá también del horno que tengamos. Cuando veamos que está lista, sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Una vez está templada o fría, podemos cortarla a porciones y servir. Bon appétit!

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