Elvas, un rincón extremeño para disfrutar de la vista y el paladar
Como estáis comprobando poco a poco, este blog no solo se dedica a poner recetas (siento decepcionar a más de uno), intento escribir artículos y divulgar eventos y lugares de interés de nuestra más que fabulosa y variada gastronomía española.
Con ello intento poner mi granito de arena para fomentar el turismo y lugares que creo uno no puede perderse.
Con la llegada del otoño y el frío recordé uno de los lugares por los que he tenido la suerte de pasar, más o menos en estas fechas, hace poco tiempo, y nos encantó. Disfruté del lugar y, por supuesto, gozamos de su rica gastronomía. Espero que os guste y os anime para hacer una pequeña escapada.
Si os hablo de Extremadura seguro que a más de un@ lo primero que se le viene a la cabeza es el famoso pimentón de La Vera, los quesos del Casar, los embutidos o el famoso teatro romano de Mérida, por poner sólo algunos ejemplos, pero os puedo asegurar que hay muchísimos rincones que podemos descubrir y que son una maravilla tanto por sus monumentos como por su cultura, tradiciones y gastronomía.
Lógicamente no conozco toda Extremadura, ya quisiera yo, pero siempre podemos seguir investigando si nos interesa una zona para visitar y así estar mejor informados. En este caso, uno de esos rincones con más encanto y del que os voy a hablar es del pueblo de Elvas, cerca de Badajoz.
Un lugar fantástico con orígenes romanos para hacer una escapada y disfrutar de sus paisajes o monumentos como sus murallas, el castillo con sus pórticos y foso, o un imponente acueducto medieval a las afueras de este pequeño rincón empedrado.
Seguramente después de pasear por sus empinadas cuestas, lo primero que haréis, como yo, es pedir algo de la tierra. Es ahí cuando llega otra de las mejores partes de nuestro viaje; descubrir sus productos. Allí pregunté por productos típicos, como lo hice en Badajoz y recibí casi la misma respuesta: siempre recomendamos el vino habla del silencio.
Lo primero que me llamó la atención fue el nombre, la verdad. Al probarlo ya me llamó la atención todo en conjunto. Si no pasáis por allí pero queréis probarlo, siempre podéis disfrutar de magníficos productos de toda España sin problemas hoy en día, a través de magníficas tiendas online.
Allí comimos por supuesto bacalao dorado, es inevitable, y las migas, aunque por su proximidad a Portugal podemos encontrar otros fantásticos platos de pescado y marisco. Para terminar, cómo no, un postre.
Y qué mejor que la sericaia con ameixas, un dulce secular a base de leche, huevo, harina, azúcar, canela que se acompaña con una ciruela en almíbar. No os digo nada a los golosos, hay que comerlo para que veáis lo riquísimo que está.
Una gozada. La pena de nuestra escapada es que fueron solo dos días y en épocas navideñas.
Sin embargo, nos abastecimos con una buena cantidad del no tan conocido cava extremeño para ocasiones especiales, y siempre abrimos en navidades y en fechas específicas.
Al día siguiente volvimos a casa con un lugar nuevo que habíamos descubierto y un fantástico sabor de boca. Si podéis ya sabéis, una escapada a Extremadura que hay muchísimos rincones y sabores que descubrir y están todos muy cerca. Como siempre, Bon appétit!