Croquetas de gambas al ajillo, su sabor y cremosidad te sorprenderán
Hoy vamos a ver cómo hacer estas fantásticas croquetas de gambas al ajillo que hice hace unos días y, no es que yo lo diga, pero han salido de lo más cremosas por dentro y muy crujientes por fuera. De el sabor, que os puedo decir, tienen un sabor realmente increíble a gambas al ajillo de toda la vida.
Si no sabéis cómo hacerlas os dejo el enlace, pero imaginaros el sabor al morderlas y lo que van a gustarles a todos cuando las prueben. Croquetas de gambas al ajillo no se comen todos los días ¿eh? 😉
Por si os interesa también os dejo alguna sugerencia de otras recetas de croquetas que podéis encontrar en el blog, como las croquetas de carne de puchero de toda la vida. ¿Has probado alguna vez estas croquetas de gambas al ajillo?
Croquetas de gambas al ajillo
Dificultad: media
Coste: bajo
Ingredientes: (4-6 personas)
– 250-300 gramos de gambas (pueden ser congeladas)
– 1 cebolla
– 4-5 dientes de ajo
– 1/2 guindilla
– Harina de trigo
– Leche
– Sal
– Pimienta
– Nuez moscada rallada
– Mantequilla
– Aceite de oliva
– 1/2 vaso de vino blanco
– 1-2 huevos
– Pan rallado
Preparación de las croquetas de gambas al ajillo:
Picamos la cebolla en brunoise, es decir, cuadraditos pequeños. Ponemos una olla con un chorrito de aceite y dos cucharadas de mantequilla. Dejamos pochar hasta que tome un poco de color.
Hacemos las gambas al ajillo mientras se hace la cebolla. En una sartén con un poco de aceite, freímos los ajos picados, junto con un poquito de cayena o guindilla. Os recomiendo siempre moderación con la guindilla.
Agregamos las gambas peladas y troceadas, ya sean frescas o congeladas. Cuando están listas, es decir, se ponen ya blancas, le agregamos el medio vaso de vino blanco y dejamos que evapore unos minutos. Apartamos y reservamos.
Una vez que las cebollas están sofritas, añadimos tres cucharadas soperas de harina y las tamizamos con ayuda de un colador, por ejemplo, para que no formen grumos luego. Dejamos que tueste un poco la harina y damos vueltas al mismo tiempo.
Agregamos poco a poco leche sin dejar de remover hasta que esté todo disuelto y sin grumos. La leche que pondremos es un poco más de medio litro. Si queremos asegurarnos de que no haya grumos, a pesar de que utilicemos unas varillas, le podemos pasar unos segundos la batidora.
Una vez empieza a espesar la masa, le añadimos la sal, pimienta negra, nuez moscada rallada y las gambas reservadas en la sartén. Removemos a fuego bajo-medio hasta que espese bastante y haya hervido bien. A más tiempo, más fina quedará la salsa bechamel.
Apartamos y volcamos el contenido en un recipiente. Dejamos enfriar y lo llevamos a la nevera para que cuaje bien. Una vez fría la masa, con una cuchara tomamos porciones y las pasamos por huevo batido, a continuación por pan rallado y les damos forma con la mano de croqueta. Freímos y listo, ya tenemos nuestras croquetas de gambas al ajillo. Bon appétit!
Ummm que ricura de croquetas. Se ven buenísimas con las gambitas. Besos de Las Chachas