Os enseño a preparar unas croquetas de espinacas muy jugosas por dentro y crujientes por fuera. Todo el sabor de la espinaca, concentrado en un pequeño bocado, que nos vale como entrante o acompañante de otros platos.

Una receta tradicional de la abuela para chuparse los dedos y que os voy a enseñar, paso a paso para que no perdáis detalle. Si sois amantes a las croquetas, estas de espinacas os van a volver locos.

¿Eres un amante de las croquetas tradicionales y artesanas o prefieres ahorrar tiempo y comprar croquetas congeladas? ¿Aparte de las croquetas de espinacas, con qué otras verduras haces tus croquetas caseras?

Croquetas de espinacas de la abuela

Dificultad: media
Coste: bajo

Ingredientes:
 
– 1 kilogramo de espinacas frescas
– 1 cebolla mediana
– 2 dientes de ajo
– 1/2 litro de leche
– 2 cucharadas soperas de harina
– 2 cucharada sopera de mantequilla
– Queso graso rallado y nueces (opcional)
– Nuez moscada
– Pimienta molida
– Huevos
– Pan rallado
– Aceite de oliva virgen extra
– Sal

Preparación de las croquetas de espinacas de la abuela:

En una sartén ponemos dos os tres cucharadas soperas de aceite de oliva. Cuando la sartén está caliente,  añadimos los dientes de ajo picados.

Una vez empiezan a tomar color, añadimos la cebolla picada. Sofreímos unos minutos a fuego medio y cuando la cebolla ha adquirido color agregamos las espinacas. Si no son frescas podemos utilizar las congeladas que vienen ya picadas, pero las habremos escurrido muy bien y eliminado todo el agua que puedan tener.

Mezclamos y dejamos unos minutos que haga junto a la cebolla y los ajos. Añadimos una pizca de sal. Apartamos y reservamos.

En una olla mediana o una sartén grande, echamos las dos cucharadas de mantequilla y dejamos a fuego lento que se derrita. Si queremos añadimos también una cucharadita de aceite de oliva. Cuando está caliente, añadimos las dos cucharadas de harina y dejamos que se refría un poco.

De esa forma perderá el sabor a cruda. Removemos con las varillas y añadimos poco a poco la leche, que tiene que estar a temperatura ambiente.

Tenemos que mover bien ya que de lo contrario se forman grumos. Si pasa eso, siempre podemos pasarle un poco la batidora. Los que estamos haciendo es una salsa bechamel para nuestras croquetas de espinacas.

Por cierto, las croquetas puedes hacerlas de muchísimas formas como las croquetas de gambas al ajillo o croquetas de jamón y queso. Entra en los enlaces y verás qué ricas! Continuamos…

Ahora añadimos las espinacas, un poco más de sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Opcionalmente podemos añadirle un poco de queso semigraso rallado o unos trozos de nueces que nos van a dar un toque diferente.

Mezclamos bien y si nos queda muy espeso podemos añadir un poco más de leche. Siempre movemos a fuego lento para que no se queme.

Una vez todo está homogéneo, lo ponemos en un recipiente a enfriar. Yo suelo poner la masa en bandejas de cristal de las que se utilizan para el horno. Dejamos en el frigorífico al menos dos horas.

Pasado ese tiempo, batimos uno o dos huevos, según el número de croquetas y las pasamos, primero por el huevo batido y luego por pan rallado. Freímos nuestras croquetas de espinacas en abundante aceite caliente y servimos calentitas. Bon appétit!