Croquetas de compango asturiano
¿Eres un amante de la fabada asturiana? ¿Te gusta hacer croquetas caseras? Hoy te enseño a preparar croquetas de compango asturiano. El compango es el conjunto de carnes que se ponen en unas fabes asturianas.
Si sobra chorizo, morcilla y un poco de lacón y panceta, podemos preparar estas riquísimas croquetas de compango con las sobras de la fabada del día anterior.
No digo que tengáis que hacer las croquetas con las sobras, siempre podéis poner más carne o compango asturiano al hacer unas fabes tradicionales y utilizarlo para hacer luego las croquetas. El sabor es como si nos comemos una cucharada de fabada pero mucho más intenso.
Desde luego a los amantes del potaje y los platos de cuchara se lo van a pasar de lujo cuando prueben esta receta. Debéis seguir los pasos bien, ya que estas croquetas de compango tienden a abrirse si no las sellamos correctamente.
Yo les he añadido un poco de las fabes trituradas junto con el caldo, así le otorgo mucho más sabor, pero me arriesgaba también a que se pudieran abrir.
Con un buen sellado y sin que nos pasemos de fritura, conseguirás tener unas croquetas de compango como en la foto. Veréis qué ricas!
Croquetas de compango asturiano
Dificultad: media
Coste: bajo
Ingredientes:
– Las sobras de la carne de unas fabes asturianas
– Harina
– Leche
– Nuez moscada
– 2-3 huevos
– Pan rallado
– Aceite para freír
Preparación de las croquetas de compango:
Lo primero que haremos para preparar nuestras croquetas es coger un par de cucharadas o tres de las fabes y un poco de la salsa y majarlas o triturarlas. Esto le va a otorgar un sabor increíble. Yo las puse en un mortero y con cuidado las hice puré.
Una vez lo tenemos picamos las carnes o el compango, como se les llama. Reservamos.
Hacemos una bechamel espesa para croquetas. Podéis pasaros y ver la receta para hacer bechamel. Ya sabéis que se hace con mantequilla, tostando la harina un poco para que no sepa a cruda y añadiendo leche hasta que espesa y se forma la bechamel.
Un poquito de nuez moscada, sal, y lista para añadir lo que queramos. En este caso añadimos a la bechamel el compango y el majado de las fabes. Mezclamos y dejamos que vay espesando la bechamel a fuego medio.
No podemos dejar la bechamel mucho tiempo sin mover ya que se puede asentar y pegarse al fondo. Cuando vemos que la masa de croquetas está espesa y siempre teniendo en cuenta que al enfriarse, espesa y cuaja, apartamos y pasamos a un recipiente.
Yo suelo utilizar un tupper. Dejamos que se enfríe y luego pasamos la masa al frigorífico. La dejaremos al menos dos horas para que esté bien fría.
Pasado ese tiempo, batimos los huevos y con ayuda de una cucharilla vamos tomando las porciones para hacer las croquetas. Las pasamos primero por harina. Le damos forma y las pasamos ahora por el huevo y pan rallado. Al hacerlas así, es más difícil que se abran a la hora de freír las croquetas. Yo las he pasado dos veces por huevo y pan rallado.
Eso le otorga mucha más corteza y están mucho más crujientes. Podéis darle forma de croquetas, que son un poco más ovaladas o de bolitas como hice yo.
Calentamos abundante aceite y cuando es´ta muy caliente las freímos. Cuidado que no se quemen o tomen mucho color. Si veis que se abre alguna, esperáis a que tome un poco de color.
Las pasamos a papel de cocina para evitar el exceso de aceite y listas para comer. Bon appétit!