Carne mechada con salsa de setas
Descubre esta fantástica receta carne mechada con salsa de setas con la que vas a triunfar en la mesa. La carne mechada o carne mechá como se dice en mi tierra, suele hacerse en ocasiones especiales o época de Navidad, sobre todo porque cunde mucho al ser piezas grandes de carne, y que podemos comerla durante varios días seguidos o en una cena navideña para muchas personas.
Por supuesto la carne mechada no es solo para Navidad, podemos prepararla siempre que queramos ya que es una receta muy fácil y sencilla. En esta ocasión la carne mechada vamos a hacerla con una increíble crema se setas que será con la que remataremos y damos más sabor de nuestro plato. Yo os propongo que la carne mechada con salsa de setas la acompañéis con una ensalada o para los más glotones de la casa, preparéis unas patatas fritas.
Eso ya es cuestión de cada uno. Yo he utilizado cinta de lomo de cerdo, pero siempre podemos utilizar redondo de ternera. Aquí entramos en el bolsillo de cada uno o las preferencias en cuanto a carnes.
Si terminas la salsa de setas, no te preocupes, siempre puedes comer la carne mechada con jugo de limón, un poco de sal y pimienta por encima o ponerte un bocadillo con la carne mechada y con un poco de sal y un buen chorro de aceite de oliva virgen extra.
¿Te ha sobrado carne mechá y no sabes cómo qué hacer con ella? No te preocupes, compra unas obleas de empanadillas, añade un poco de tomate frito, sal y pimienta y haz empanadillas de carne mechada. Aquí no se desaprovecha nada!
Carne mechada con salsa de setas
Dificultad: baja
Coste: bajo-medio
Ingredientes:
– 1 cinta de lomo de cerdo o redondo de ternera de 2 kilos aproximadamente
– 2-3 cebollas
– 4 dientes de ajo
– 500 gramos de setas de temporada
– 250 ml de vino blanco
– 250 ml de caldo de carne
– 1 bote de 150 ml de nata para cocinar
– 2 clavos de olor
– 2 hojas de laurel
– Pimienta negra en grano
– Harina de maíz o espesante instantáneo (opcional)
-Aceite de oliva virgen extra
– Sal
Preparación de la carne mechada con salsa de setas:
Limpiamos la carne de exceso de grasa. Reservamos.
En una olla a presión, echamos un fondo de aceite de oliva virgen extra. Como unas diez o doce cucharadas. Ponemos a fuego medio alto y dejamos que tome temperatura.
Añadimos la carne a la olla y vamos a ir dorando la pieza de carne. Para ello dejaremos unos minutos por cada lado para que tome color dorado pero sin quemarse.
Mientras se hace dora la carne, pelamos los ajos y las cebollas y troceamos. Trozos grandes, no pasa nada porque luego vamos a triturar.
Una vez la carne está dorada por todos lados, añadimos los ajos, dejamos freír un par de minutos y agregamos las cebollas, el laurel, los clavos de olor, sal y cuatro o seis granos de pimienta negra. Mezclamos un poco ya que la carne al ser una pieza grande no nos va a dejar mucho margen de maniobra a la hora de mezclar. Dejamos unos cinco minutos y añadimos las setas limpias y troceadas. Dejamos diez minutos y agregamos el vaso de vino blanco. Dejaremos unos cinco minutos que hierva para que evapore el alcohol.
Pasado ese tiempo agregamos el caldo de carne. Si no tenéis caldo de carne, podéis utilizar media pastillas de caldo de carne junto con el agua. Dejamos que empiece a hervir y cerramos la olla. Vamos a dejar la olla hervir treinta minutos. Pasado ese tiempo apartamos y abrimos.
Sacamos la carne con cuidado de no partirla, eso es importante ya que está caliente y puede partirse si no manipular bien la carne mechada. La dejamos sobre una bandeja que vaya enfriando a temperatura ambiente.
Quitamos las hojas de laurel y trituramos muy bien con la batidora el contenido de la olla para hacer la salsa de setas. Colamos a otra olla más pequeña para dejarla fina y eliminar impurezas.
Volvemos a poner la olla pequeña con la salsa de setas a fuego bajo y añadimos 150 ml de nata para cocinar. Dejamos reducir para que espese la salsa o si queremos tener un poco más de cantidad, podemos añadir un poco de harina refinada de maíz o espesante instantáneo. La salsa de setas no tiene que que quedar demasiado espesa, pero es cuestión de gustos. Una vez tenemos la salsa con el espesor y consistencia deseada, rectificamos de sal si es necesario. Reservamos.
Una vez fría la carne mechada, la cortaremos a rodajas al gusto. Y o las prefiero finas, y debéis tener un cuchillo largo bien afilado que no sea de sierra. Lo mejor es un cuchillo jamonero o fino.
Disponemos las rodajas en el plato junto con la salsa de setas por encima bien caliente. Acompañamos de una ensalada, patatas fritas… Bon appétit!