Brillo para tartas o cobertura casera de postres
¿Cómo se hace el brillo para tartas casero? Vamos a ver cómo se hace muy fácilmente un brillo para tartas o cobertura brillante casera aprovechando que hice una tarta de manzanas. En más de una ocasión hemos necesitado dar brillo a una tarta, o poner una cobertura transparente para otorgarles a nuestros postres un efecto increíble y más apetitoso.
Podéis hacerlo siempre que queráis pero ya que nos ponemos, lo aprovechamos todo. El resultado que vais a obtener es una especie de gelatina semitransparente y dulce con la que pintaremos nuestros postres.
Aguanta muy bien en el frigorífico y podemos tenerla reservada para siempre que queramos. ¿Te animas a preparar este brillo para tartas o cobertura de postres?
Brillo para tartas o cobertura casera de postres
Dificultad: Muy baja
Coste: barato
Ingredientes:
– 3-4 corazones y pieles de manzana
– 1 vaso de agua
– Azúcar
Preparación de brillo para tartas o cobertura de postres casera:
Metemos los corazones y las pieles de las manzanas en una olla, le agregamos un vaso de agua o vaso y medio.
Ahora podemos añadir el azúcar o lo hacemos luego. Yo lo hice posteriormente, pero podemos ponerlo todo junto.
Llevamos a ebullición y lo dejamos hasta que los corazones están blandos, en unos minutos están listos.
La cantidad de azúcar aconsejado es de 600 gramos por cada litro de agua, es decir que si hervimos los corazones y las pieles y le echamos un vaso de aproximadamente 250 cl de agua le añadiremos 150 gramos de azúcar. A mí me salió 310 cl de líquido después de hervirlo, así que le añadí unos 210 gramos de azúcar.
Podéis siempre hacer una regla de tres o la cuenta de la abuela, que es más práctico.
Si no pusimos el azúcar, quitamos los corazones y las pieles y añadimos a continuación. Dejamos que hierva a fuego bajo-medio fasta que el líquido se va consumiendo y va tomando un color algo más oscuro.
Cuando vemos que empieza a estar algo espeso ya estaría listo. Apartamos y colamos. Yo estrujo bien las manzanas para que suelten todo el jugo.
Metemos el líquido en un bote de cristal y dejamos enfriar antes de meterlo en la nevera. Cuando lo saquemos estará más espeso, así que lo mismo si hemos dejado mucho tiempo consumir, necesitaremos templarlo antes de utilizarlo.
Si lo pusimos todo junto, simplemente dejamos que se haga esa especie de almíbar y colamos. Lo guardamos también en un bote y dejamos enfriar antes de meterlo en la nevera.
Una vez frío ya está listo para utilizar nuestro brillo para tartas o postres casero. Bon appétit!
Si queremos que nos quede una capa parecida a la gelatina, es decir un poco más densa y no solo con brillo, le añadiremos al hacerla una lámina de gelatina neutra. De esa forma, espesará aún más y podremos crear una capa fina y más compacta por encima.