Barra de pan casero con semillas de girasol

Spread the love
Barra de pan casero con semillas de girasol

 

Os presento una nueva receta, y esta vez de pan casero. Hoy hacemos un par de barras de pan casero con semillas de girasol. Para que veais lo fácil que podemos hacer nuestro propio pan en casa y darle un toque de semillas a nuestro gusto, que en este caso son de girasol, pero podrían ser otras como sésamo, almendras troceadas, semillas de amapola, incluso pistachos.

Lo importante es saber hacer el pan y que disfrutéis, por lo menos la mitad, de lo que yo disfruto al hacerlo. El olor que desprende mientras se hace es increíble y el sabor y la satisfacción de saber que lo hacemos nosotros mismos, lo hace aún más irresistible.

No tenéis excusas los que me soléis decir que no tiene fuerza para amasar, que no saben amasar, y cosas por el estilo. Leed la receta porque no os va a hacer amasar. Preparar este pan con semillas de girasol y ya me diréis en los comentarios, qué os ha parecido.

 

Barra de pan casero con semillas de girasol

 

Barra de pan casero con semillas de girasol

Dificultad: baja
Coste: bajo

Ingredientes:

– 500 gramos de harina de trigo
– 15 gramos de levadura fresca de panadería
– Sal
– Semillas de girasol

 

Preparación de la barra de pan casero con semillas de girasol:

En un recipiente, ponemos la harina de trigo, desmenuzamos la levadura y agregamos una cucharadita de sal. Vais a ver en las fotos que la mezcla de harina es diferente y no es totalmente blanca. Al hacerlo, le agregué un poco de centeno para otorgarle un aporte extra de fibra al pan.

Esto hará que no suba tanto la masa ya que ese aporte de centeno pesa y necesitaría una harina quizás con más gluten.

Por otra parte, esta masa va a ser muy húmeda, y vamos a conseguir que tenga en su interior esos huecos o pompas típicas que tanto nos gusta a algunos. No tanto como me gustaría, por lo que os he comentado del centeno.

Echamos un 325 ml de agua sobre la harina, (viene a ser, como un vaso y medio de agua) y con las mano bien limpias, empezamos a mezclar en el mismo recipiente. Vamos a integrar bien los ingredientes hasta que se forme una pasta. Todo esto lo hacemos en el mismo recipiente, y durante unos minutos. De momento fácil, ¿no?

Ahora espolvoreamos un poco de harina sobre la encimera y volcamos la masa encima. Vamos a hacer un amasado francés y que es muy sencillo. Vamos coger la masa con las dos manos, estirar la masa y esa masa estirada, colocarla por encima.

Lo vamos a hacer cinco veces. Levantar, estirar, colocar por encima. Más fácil, imposible. Por eso os dije que no necesitaríamos saber amasar. Volvemos a meter la masa en el recipiente y tapamos con film. Vamos a dejar la masa durante una hora que suba. No tengo ningún vídeo pero seguro que si buscáis, encontraréis muchos y podéis verlo.

 

Dejar que suba la masa

 

Poner la masa húmeda sobre las semillas

 

Una vez ha subido, pasamos la masa, intentando no tocar mucho para que no baje el volumen, a la encimera y dividimos en dos partes con un cuchillo. Ponemos un papel de aluminio y encima repartimos las semillas de girasol. Estiramos con las manos un poco y pintamos con agua.

Ponemos la masa que hemos humedecido sobre las semillas para que se adhieran y pasamos la masa a la bandeja del horno que tendrá un papel para que no se pegue. Yo, después de poner el pan en la bandeja, les di una vuelta, para dar un toque diferente y le espolvoree un poco de harina por encima. Es opcional.

Repetimos la operación y ponemos el horno a 220 grados. Arriba y abajo, con un recipiente metálico abajo. Luego nos servirá para producir el vapor. !No metáis de cristal, aunque sea apto para horno, porque al echar el agua estallará!

 

Mucho cuidado al echar agua sobre el recipiente o la bandeja al meter el pan. Salta el agua caliente y el vapor puede quemaros. Si no queréis hacerlo así, siempre se puede poner un vaso, apto para horno, lleno de agua desde el principio dentro. De esa forma no tendremos peligro alguno.

 

Cuando llegue a la temperatura, metemos la bandeja y echamos agua en el recipiente de metal. También podemos hacerlo sobre otra bandeja de horno que tengamos abajo. Cuidado! Al echar el agua, el vapor nos puede quemar. Lo echamos y cerramos rápido el horno. Bajamos la temperatura a 180 grados y dejamos 35-45 minutos.

Abrimos pasado ese tiempo y damos unos golpes al pan, si suena hueco, está listo. Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla. Ya tenemos nuestras barritas caseras de pan para comer. Bon appétit!

 

Consejo

Si tenéis la oportunidad y os gusta hacer pan, podéis buscar piedras volcánicas para tenerlas sobre una bandeja en la parte más baja del horno y echar el agua sobre ellas para producir el vapor que crea la capa crujiente del pan.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *